El sevillano, técnico emblemático en Andalucía y gran parte del Levante español, se dedica ahora que está jubilado a desarrollar ahora su creatividad con pinturas al óleo y escribiendo cuentos para niños
Resumiremos, porque se trata de uno de los entrenadores con más larga y brillante trayectoria en el fútbol español y corremos el riesgo de hacer interminable el artículo. O de levantar algunas envidias. Desfiló, si nos centramos en el balompié profesional, por las banquetas del Betis B, del Sevilla Atlético, del Xerez Deportivo, del Almería CF, del Écija, del Polideportivo Almería, del Granada CF, del Algeciras CF, del Levante B, de la propia UD Levante y de la AD Ceuta. Ahí es nada. Pero desde el año 2012, en el que comenzó a estar prejubilado, del sevillano José Ángel Moreno (19/09/1953), del técnico que siempre granjeó el respeto de dirigentes y aficionados por sus conocimientos y exquisitas formas, no se conoce mucho. O más bien, no se conoce mucho fuera de Andalucía. Porque lo cierto es que en la región a la que siempre llevó a gala a pertenecer sí que se ha sabido, sobre todo en los ambientes futboleros, que tiene establecida la residencia en su Sevilla natal. Y que aparte de prodigarse como comentarista en numerosos medios de comunicación, no dejó de acudir a los campos cuando estaba permitido, generalmente invitado a los palcos de honor.
Entonces, qué se puede aportar más sobre este hombre que siempre tiene tratamiento de señor y que ha conseguido lo que muy pocos: ser respetado tanto en el Real Betis, como en el enemigo íntimo Sevilla FC? Pues fundamentalmente, ahí es nada, que existe un nuevo José Ángel Moreno. Sí, así, como suena. Y que a falta de rectángulos de juego donde esparcir su magia, ahora la desarrolla con creatividad en otras disciplinas. Porque lo cierto es que éste que es el padre del que fuera buen lateral derecho de Sevilla Atlético, Burgos, Ejido, Mérida u Ourense Manuel Ángel Esteban, se encuentra entregado a la pintura. La realiza al óleo y con tal nivel de calidad que ya algunos establecimientos se han interesado para comercializar sus obras. Esta afición le relaja y sobre todo, no le retrata como el típico entrenador retirado que se hunde en el sillón de casa a la espera de que en la tele emitan cualquier tipo de partido. José Ángel Moreno siempre tuvo inquietudes y en reglones posteriores lo van a poder comprobar.
Porque es que parte, y hete aquí otra gran curiosidad, José Ángel Moreno se ha aficionado a la literatura infantil. A la que sirve para entretener a los críos o para dormirlos. De hecho, de tanto contarle cuentos a sus cinco nietos, este preparador que siempre fue amante de la cantera se animó a escribir ‘Rafaelito, un elefante obediente’, que es una obra con la que trata de transmitir a los menores la conveniencia de hacer caso a los mayores para llevar una existencia rica, plena, ordenada y responsable. El libro lo quiere editar para finales de año, de modo que con un poco de suerte puede resultar el regalo ideal para los Reyes Magos.
¿Quién lo diría, verdad? Pues no se extrañen tanto, porque quien conoció en profundidad a José Ángel Moreno siempre supo de su sensibilidad y su querencia por inculcar a quienes tuteló valores muy válidos para el día a día de la vida.
Que no les quepa la menor duda. En Sevilla nació un gran entrenador y ahora vive un entrañable ser humano. Ya han descubierto al nuevo José Ángel Moreno.