Mosquera, con el reloj en la mano hasta las ocho la mañana para salvar al Extremadura

El entrenador Manuel Mosquera, y la plantilla del Extremadura UD, estarán con el reloj en la mano hasta las ocho de la mañana de este sábado para esperar a que el presidente Manuel Franganillo aporte soluciones en formas de pago y así levantar la huelga que supondría que el cuadro azulgrana incomparezca en A Malata y así quede excluido de la competición del grupo I de la Primera RFEF.

Las cuentas son claras. El partido tiene que dar inicio a las 17,00 horas y entre las localidades de Almendralejo y Ferrol hay una distancia de 771 kilómetros, que se pueden recorrer en siete horas y media aproximadamente. Un tiempo al que habría que unir una hora más para parar a descansar, estirar y comer. De modo que como muy tarde el bus azulgrana tendría que partir a las ocho de la mañana.

De cualquier manera, a las 21,20 horas de este viernes esta posibilidad parece muy complicada. Ni los jugadores ni el entrenador, que está a expensas de lo que decidan sus pupilos, han recibido noticias del mandatario y todo apunta a que acabará ocurriendo lo peor. Aún así, nadie quiere dar por sentado nada. Ni siquiera el más remoto todavía de que la entidad consiguiera encontrar una combinación de vuelos para llegar al destino, lo que permitiría tener más tiempo.

Un verdadero drama el que está viviendo el entrenador coruñés. Por lo padecido por él y lo que están sufriendo los jugadores y los desconsolados aficionados extremeños.